Mientras campesinos desplazados por la represa de Hidroituango permanecen por más de 6 meses en el coliseo de la Universidad de Antioquia y se cumple casi un mes de asesinato de Nelson Giraldo Posada líder de esa misma región. Se dio apertura en la ciudad de Neiva al Encuentro Internacional de reflexión y diálogo sobre el neocolonialismo corporativo, oportuno para rendir homenaje a esas  víctimas del despojo de los proyecto extractivos de las trasnacionales que han cobrado ciento de vidas y miles de desplazados obligados a dejar sus tierras. De igual forma este evento se articula de manera paralela con el V Encuentro de la Red Latinoamericana contra represas y por los ríos, sus comunidades y el agua, REDLAR que se desarrolla en Guatemala con delgados colombianos.

 

Con intervenciones de las comunidades afectadas por represas, delegaciones nacionales e internacionales se viene debatiendo la necesidad de construir un Modelo Energético Alternativo y fortalecer la movilización social. Según Neida Ximena Chavarro, líder de Asoquimbo es muy importante que sectores sociales se unan y articulen con los campesinos, “nos ayuden a vencer esa burocracia que afecta a nuestro país y que no esclaviza a los seres humanos con esos megaproyectos, ya que vienen al territorio y nos tratan de invasores, pero lo invasores son ellos. Nosotros vivíamos tranquilos, pero ahora en complicidad con el gobierno que traen un supuesto desarrollo, ponen a la misma fuerza pública encargada de sacarnos a que nos masacren. Es un atropello pues aquí los invasores son las multinacionales que afectan nuestra cultura y tradición”.

Es el drama y el clamor de muchos de los campesinos participantes que han tenido que enfrentar el despojo de sus tierras por proyectos minero-energéticos. Según Alejandro Pulido hay una enorme preocupación por el desplazamiento forzado de múltiples proyectos mineros energéticos en Colombia, están padeciendo la expropiación de los territorios y de tierras productivas.

Para Caterina Amicucci de Italia hay que entender la realidad mundial, rompiendo la mirada la crisis de Europa, esta mirada de crisis es un error pues su sentido es el control social por ejemplo con la pérdida de derechos laborales. Por lo tanto lo que se evidencia es una fase económica de evolución del capitalismo que viene con escases, pero es parte de una ofensiva de la clase económica dominante,  bajo el sistema económico del despojo de los territorios, “esta situación aumenta los niveles de represión contra las resistencias de las formas de colonialismo impulsadas por empresas y los Estados”.

Una dinámica internacional

Por su parte el Investigador Miller Dussán reconoce que el tema de El Quimbo es parte de la dinámica mundial del capital especulativo en relación con los bonos de carbono. Por eso cuando se habla de un 50 % de desarrollo de las obras de El Quimbo, se demuestra la fuerza de la resistencia que ha logrado visibilizar el problema en la agenda internacional, “los ojos del mundo están puestos en que se tumbe esta represa”. Por lo tanto asegura que  tienen un temor a la resistencia y  la quieren desarticular. Sin embargo para Dussán no se debe desistir porque lo que se trata es de defender la soberanía hídrica y alimentaria, “por eso es que debemos recuperar nuestras tierras y pensar en otro modelo donde sea la misma comunidad la que defina desde sus necesidades su propio modelo energético y no la imposición del negocio empresarial de las transnacionales que destruyen los ecosistemas, rompe las cadenas productivas y destruye la vida. Se trata de pensar nosotros en hacer nuestro propio ordenamiento territorial”.

Ganar la lucha social de la resistencia contra la represa El Quimbo sería una victoria Latinoamérica, reconoce el Italiano Enzo Vitalesta. Por eso desde la campaña Stop Enel se suman esfuerzos internacionales de respaldo a esta resistencia. “Pensamos que esta lucha en El Quimbo se puede ganar porque se trata de un futuro diferente donde se ve el agua como un bien común y por lo tanto hay que fortalecer la movilización contra la transnacional”. En esta media el Encuentro plantea la necesidad de fortalecer la movilización internacional, bajo la estrategia de articulación de la campaña Stop Enel con los pueblos y comunidades afectados por las inversiones de Enel  en Latinoamérica.

Es que el panorama que enfrenta Colombia es el reflejo de las medidas internacionales. Mario Jorge Maia del Sindicato dos Trabalhadores na Indústria de Energía de Florianópolis e Região - Brasil, sobre este país reconoce el modelo de privatización, y de concepción del agua y la energía. Llegando al punto que las multinacionales se financian con dineros públicos, por medio de proyectos privados. Todo esto acompañado de la tercerización que trae una enorme precarización laboral. “Exigimos un modelo energético alternativo, por eso hay que unirnos por una lucha por el capital- trabajo para derrotar el sistema que reprime porque el agua y la energía no son mercancía; son bienes públicos”.

¿Energía para qué y para quién?

Una de las reflexiones es la de energía para qué y para quiénes, es claro para los participantes del Encuentro que la energía que se busca producir con represas no busca satisfacer las demandas locales y son el reflejo de la crisis del modelo de vida de consumo. Por lo tanto se trata  de repensar la sociedad de consumo, descolonizar la vida y el pensamiento para crear conciencia.

Según Juan Carlos Houghton, se enfrenta el juego de la privatización del territorio con la financiación de recursos públicos que despoja la propiedad del territorio y del presupuesto público, “incluso se entregan funciones públicas a las transnacionales para que además ejerzan control territorial con su propia fuerza de seguridad; esa es la dinámica de lo que suena contradictoria como territorios empresariales - corporativos”.

Por lo Tanto para Houghton se trata de proponer respuestas alternativas a un modelo que agudiza la crisis ambiental y lleva al colapso a las comunidades, “esto implica nuevas relaciones con la naturaleza, surge un nuevo sujeto ecosocial que lucha por una vida mejor y con una conciencia por la defensa del territorio”.

Según el Movimiento Ríos Vivos el país enfrenta una agudización del extractivismo, sumado al proyecto de desarrollo desde la construcción de represas sin medir su impacto. Con cada represa se genera una crisis social y en consecuencia trae una condición inherente de desplazamiento y despojo. En este sentido según los participantes, el Encuentro hace parte de las acciones por transformar el modelo energético que oprime, desplaza y que mina las garantías del buen vivir.

 

Campaña Stop ENEL

 

Intervención Miller Dussán sobre el Modelo Energético desde el proceso de resistencia de Asoquimbo

 

Intervención de Juan Carlos Houghton, análisis de Contexto Socio Político y económico