Colombia enfrenta una grave y agresiva implementación de la política minero-energética por parte del Gobierno que viene causando graves conflictos sociales en los territorios. Esa política incluye la construcción de varias represas en el territorio nacional, por eso las organizaciones sociales abren el debate sobre la explotación del río Magdalena con en el Plan de Aprovechamiento que pone el ecosistema y dinámica social en peligro.

La extracción de bienes naturales como estrategia para insertarse en la economía global por parte de Colombia, hace que se desarrollen varios proyectos en los diferentes afluentes del país. La estrategia gira en torno a la cuenca del Río Magdalena y sus afluentes, para el transporte fluvial de mercancías y la generación de energía. Lo que pone el río en grave situación, pues las dimensiones sociales y económicas alrededor de río son importantes, “el Magdalena abastece más del 70% del agua para la agricultura y es la fuente de agua potable de varios municipios, es importante que la comunidad en general, y en especial las comunidades que diariamente interactúan con el río, tengan conocimientos suficientes de los planes y proyectos que se proponen en sus territorios y que afectan sus planes y formas de vida”.

Las intenciones de mercantilizar y privatizar el río

En el desarrollo del foro “Río Magdalena agua dulce e inversión extranjera”, impulsado por el Movimiento Ríos Vivos en sus paneles Cuenca Río Magdalena, Inversión Extranjera y Economía Global. Se evidenció las intenciones y el interés del Gobierno Naciones por construir represas, y así aprovechar el Río Magdalena sin importar sus consecuencias, bajo la idea de la competitividad.

Cormagadelana entre sus funciones tiene la de velar por la generación y distribución de energía, así como aprovechamiento de los recursos. Esto evidencia porque desde esta entidad que lejos de proteger el ecosistema busca su explotación, se firmó el Plan Maestro de aprovechamiento del Río Magdalena y sus afluentes con la transnacional Hidrochina.

Cormagdalena desde el acuerdo para la prosperidad, establece un plan estratégico de modelación del río Magdalena. Éste trata de estudiar su comportamiento para saber cómo intervenir con proyectos de embalsamiento. Por eso ahora como manifestó uno de los representante de Cormagdalena, el Plan Maestro de Aprovechamiento buscar convertirse un portafolio de acciones en generación de energía eléctrica y navegabilidad, “identificar proyecto que pueda realizarse y planes de acción. Hasta ahora ya han venido cinco delegaciones de China, entre ellas de equipo técnico”.

Se trata entonces de un portafolio de proyectos ofertados al mejor postor para explotar el río Magdalena, por eso el aprovechamiento incluye varias represas. Es que desde los años 80 ya se habían programado 83 proyectos pensados para la generación de hidroeléctricas en el Río Magdalena. “Ahora se va evaluar y considerar otros factores multipropósito para su explotación y uso. Pero hoy no se tiene la lista de proyectos del portafolio, eso costos de pérdida de ecosistema, desplazamiento y demás se están evaluando”, aclaró el funcionario de Cormagdalena. Por otro lado, en los planes de navegabidad, ya se van a desarrollar las obras de encauzamiento y canal de navegación. Esto hace parte del plan de productividad que conecta con el Ferry Pacífico, es decir conectividad para la explotación de los recursos.

Inversión Extranjera Directa

Para el Investigador Miller Dussán, es claro que la generación de energía no es para satisfacer la demanda nacional, “No se trata sólo de estudios, el problema es garantizar energía para el mercado y las necesidades internacional en condiciones más favorable para sus países. Una perspectiva de rentabilidad económica”.

El convenio de Hidrochina hace parte de un Programa de inversión de China, por ahora con estudios en varias etapas. El consejero de la embajada de China, Zhou Quan, aclara que aún no se sabe si el resultado del estudio se va ejecutar, la viabilidad finalmente está en manos de Cormagdalena para que el plan de aprovechamiento se realice.

Zhou Quan es enfático en afirmar que están en Colombia porque fue una solicitud del gobierno colombiano para traer expertos en planeación y desarrollo de recursos hidráulicos, afirmando que el estudio nunca ha sido secreto: “estamos en estudio de planeación de la cuenca, no estamos realizando los proyectos de represas. Realizamos una ayuda a Cormagdalena para saber lo que se puede hacer para aprovechar los recursos del río”. Entonces es un estudio de planeación integral del río, “dependen del Gobierno hacer consultas y la decisión de ejecutar los resultados del estudio”.

Lo que deja claro es que no es imposición de los expertos de china, es una decisión del gobierno de Colombia, “la cooperación es no interferencia en la política interna del país, es la decisión de Cormagdalena, solicitud que hicieron y si la desarrollan es porque beneficia a las regiones. Si solicitan licitar en la ejecución vamos a participar porque tenemos el conocimiento”. Por lo tanto es claro también el interés de las empresas Chinas por invertir en Colombia en proyectos de generación hidroeléctrica en el alto magdalena.

Impactos de represas en el Magdalena

Para Thomas Waischburger, The Nature Conservancy es necesario evaluar los efectos de más represas, “la preocupación es hasta dónde podemos continuar con el aprovechamiento del Río Magdalena”. Aclara que en el caso Hidroituango con el río Cauca, no se evaluaron sus efectos, “se hacen los estudios y muchas veces no tenemos la información suficiente, el desconocimiento sobre ecosistemas acuáticos es bastante; así que hay riesgo porque la intervención tiene efectos”.

En caso de la represa de Betania, Thomas puntualiza que al interrumpir el río, hay un   impacto por la barrera creada para las especies, “si sumamos más y más, hasta dónde debemos llegar, hay que ser previsivos con toda la cuenca para analizar integralmente el impacto. Hay que definir cuáles proyectos son más viables y conocer sobre qué caudales de agua”. Por lo tanto se trata de reconocer la importancia de la cuenca y mantener sano el río con su ecosistema; “el costo que debe asumir el río al alterar su cauce va a ser costoso, por hay que repensar la intervención del río”, reconociendo además que hay problemas con el esquema de generación de energía en Colombia.

Los colombianos están preocupados por la destrucción del río grande de la patria, El Magdalena. Edward Mulletón sostiene que la política de intervención del Magdalena es el acabose del río; es crítica la situación por la mirada comercial del río al margen de todo el país, “Qué va pasar con la intervención del río y las comunidades como pescadores artesanales. Los megaobras de navegabilidad ni siquiera se ha socializado y las múltiples hidroeléctricas que van a construir para acabar con los pescadores”.

En este momento tan sólo en el Huila se reportan los intereses de construir nueve represas más, mientras tanto en la represa de Betania por orden de Emgesa se ordenó desalojar dos mil pescadores artesanales. Por eso  José Alfredo Muñoz es enfático en afirmar que mientras el gobierno está hablando de paz, “lo único que genera con la decisión de construir represas es violencia, guerra, hambre y miseria".

Para Miller Dussán frente a la situación,  la tarea es construir de la organización y la resistencia civil nuevas formas de garantizar la tierra, el territorio, la seguridad, soberanía y autonomía alimentaria. Aclara que el Estado tiene nuevas víctimas que son los desplazados del Estado por los megaproyectos, “El desarrollo lo decimos los actores que vivimos en los territorios, no necesitamos que otros nos lo controlen, allá las comunidades han manifestado no quieren que hagan sus proyectos de represas y que se marchen del territorio”.

El panel continua el 30 de abril en la Universidad Nacional de Colombia donde los académicos sustenta la necesidad de transformar el modelo de sociedad y, en San Agustín en el Huila el 4 de mayo, donde participarán masivamente las comunidades que potencialmente resultarán impactadas con los proyectos dispuesto para la Cuenca.